Las 3 mejores leyendas egipcias

Las 3 mejores leyendas egipcias

La civilización egipcia ha sido una de las más importantes y reconocidas en el mundo entero. Se trata de una cultura asociada a las momias, los faraones y una gran cantidad de mitos y leyendas con las que se intentaba dar explicación a la visión del mundo que entonces tenía el poderoso imperio asentado en la orilla del Río Nilo. En este artículo realizamos una selección de las tres mejores y más representativas leyendas egipcias, algunas de las cuales recrean sucesos históricos reales. Si quieres conocer un poco más en profundidad todo el conjunto de mitos de esta civilización, puedes revisar algunos de los libros de historias de Egipto que se encuentran disponibles.

La historia de Sinuhé

Este es uno de los relatos más famosos del antiguo Egipto y nos cuenta la historia de Sinuhé, ofreciendo una mirada al exilio, el miedo al juicio y las ansias de regresar al hogar del que hemos partido. Sinuhé era el hombre de confianza del faraón Amenemhet y, después de que este fuera asesinado en un complot, el súbdito decidió huir por temor a las represalias.

Internado en el desierto, perdió fuerzas y fue rescatado por beduinos, quienes lo cuidaron. El rey Amunenshi ofreció a la mano de su hija a Sinuhé y con ella tuvo hijos, tierras, riquezas y fama, alcanzando el grado de general, pero sin haber perdido el deseo de regresar a su tierra natal. Al final, el faraón Sesostris I, hijo de Amenemhet, reconoció su inocencia y le permitió regresar.

El mito de la creación

Tal como ocurre con todas las civilizaciones, los egipcios tenían su propia forma de explicar la creación del mundo que nos rodea. Según esta leyenda, al principio de los tiempos solo existía un infinito océano llamado Nun, siendo él quien contenía todos los elementos posibles. Cuando el mundo tomó consciencia de sí mismo, tomó el nombre de Ra, siendo este el primer Dios.

En este punto, Ra se encontraba solo en medio del océano, pero con el paso del tiempo comenzó a crear a los dioses Shu (aire) y Tefnut (humedad), creó la tierra y la nombró Egipto y colocó el Nilo para alimentarla. Las deidades de Nut (cielo) y Geb (tierra), son producto de Shu y Tefnut, explicando con esta fábula la forma en que fueron creadas todas las cosas.

Isis y los siete escorpiones

Seth envidiaba a su hermano Osiris, quien se encontraba casado con la diosa Isis y estaban a punto de tener a su hijo Horus. Víctima del odio, Seth encerró a Isis y Horus para separarlos de Osiris, pero el dios Thot decidió ayudarles, enviando siete escorpiones para que pudieran protegerse y escapar a la ciudad de Per-sui, donde Usert les negaría el refugio a causa de los escorpiones.

Finalmente Isis y Horus fueron recibidos por una mujer pobre que les brindó cobijo. En venganza, los escorpiones unieron su veneno y picaron al hijo de Usert, además de ocasionar un incendio, el cual fue reducido por la magia de Isis que hizo caer gotas de lluvia y expulsó el veneno del niño. Al final Usert, en agradecimiento, entregó toda su fortuna a la diosa.

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