El templo Osirión en Abydos es uno de los lugares más enigmáticos y fascinantes del antiguo Egipto. Fue construido hace más de 3.000 años, durante el reinado del faraón Seti I y se sitúa en la ribera occidental del río Nilo, rodeado de otros yacimientos arqueológicos importantes y muy cerca de la ciudad moderna de el-‘Araba el-Madfuna.
A pesar de su innegable valor histórico y la comprensión que nos ofrece sobre la civilización egipcia, lo que realmente genera fascinación sobre este templo es el grabado en piedra del símbolo conocido como la flor de la vida, el cual ha sido utilizado por diversas civilizaciones a lo largo de la historia.
¿Qué es la flor de la vida?
La flor de la vida es el nombre moderno que se da a un antiguo símbolo de la denominada geometría sagrada. Se trata de una geométrica compuesta por 7 o más círculos perfectos que se superponen y se interconectan de manera armónica y simétrica. Debido a sus características, el símbolo es popular entre filósofos, arquitectos y artistas de todo el mundo.
Muchos investigadores y filósofos la consideran una especie de código sagrado que encierra los secretos de la creación y la evolución del universo. De hecho, algunas corrientes filosóficas consideran a la flor de la vida como un mandala geométrico que ofrece una representación visual de la interconexión de la vida.
¿Cuál es el origen de este símbolo sagrado?
Hasta el momento, el origen exacto de la flor de la vida es un misterio, ya que ha sido encontrada en restos arqueológicos de diversas culturas y épocas de la historia. No obstante, en el New Age se cree que el símbolo tiene un significado espiritual que ha sido capaz de trascender fronteras culturales y geográficas.
Se han encontrado representaciones artísticas de la flor de la vida en diferentes yacimientos arqueológicos del mundo, incluyendo antiguas culturas mesopotámicas, templos egipcios, arte y arquitectura de la Europa medieval. Además, tiene asociación con el “árbol de la vida”, el símbolo cabalistico más significativo del judaísmo.
Del mismo modo, se ha relacionado con la espiritualidad de las culturas orientales, como la india y la china. Aunque no se conoce el origen de este símbolo, la mayoría de las culturas parecen coincidir en que se trata de un símbolo que refleja la armonía, el equilibrio y la perfección divina.
¿Cómo se utiliza la flor de la vida?
Este poderoso símbolo puede ser de gran utilidad para la vida espiritual, como una forma de propiciar la iluminación durante las meditaciones y visualizaciones concentrando la atención en esta forma de la geometría sagrada.
Se considera una herramienta muy poderosa para la armonización de los ambientes, siendo posible incorporar imágenes y objetos con su diseño en habitaciones, oficinas, comercios y cualquier lugar donde se desee alcanzar una energía armoniosa.
Del mismo modo, puede utilizarse en combinación con cristales mientras se realizan rituales para la abundancia, prosperidad, amor, etc.
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